DEL AMOR AL TEMOR.
En el libro de Efesios 5⸴25 leemos: ‘ Esposos⸴ amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y dio su vida por ella ‘. Proverbios 29⸴25 dice. ‘ el miedo a los hombres es una trampa⸴ pero el que confía en el Señor estará protegido ‘. Que cambio más tremendo se da en las etapas del noviazgo al matrimonio. La esposa no olvida a aquel novio que era un amante genuino⸴ serio⸴ formal y muy cortés. Recuerda cuando le abría la puerta⸴ le traía flores⸴ le demostraba cariño y amor. Las palabras dulces y románticas todavía resuenan en sus oídos. ¡ Pero que engaño más grande ! Hoy ya no hay amor⸴ LO QUE QUE HAY ES MIEDO O EN MUCHOS CASOS⸴ TERROR. Los testimonios son evidentes: * ‘ Nunca hago las cosas bien. Si cocino y no tiene hambre⸴ se enoja porque no está listo para comer. Si me espero para cocinar más tarde⸴ me acusa de que lo estoy abandonando y que no me importa. Se enoja de todo. No se le puede dar gusto ‘. * ‘ No tengo muchas amigas⸴ sabe⸴ cuando mis amistades de la iglesia vienen⸴ se pone tan grosero. Él me interrumpe⸴ me dice que no sé de lo que estoy hablando y que me calle. Me da tanta vergüenza y me siento tan humillada. Ya no viene nadie a visitarme⸴ y si lo hacen⸴ se van rapidito. ‘ LA PRIMERA ETAPA
EN UN SEGUNDO MOMENTO⸴ aparece la violencia verbal. El agresor insulta y denigra a la víctima. La ofende criticándole su cuerpo⸴ le pone sobrenombres descalificantes⸴ la llama ‘ loca ‘⸴ comienza a amenazarla con agresión física⸴ con matarla o con suicidarse. Va creando un clima de miedo constante. La ridiculiza en presencia de otras personas⸴ le grita y la acusa de tener la culpa de todo.
A CONTINUACIÓN comienza la violencia física. Él la toma del brazo y la aprieta⸴ a veces finge ‘estar jugando’ para pellizcarla⸴ producirle moretones⸴ tirarle de los cabellos⸴ empujarla⸴ zarandearla. En algún momento⸴ le da una cachetada con la mano abierta. Después siguen las trompadas y las patadas.
QUERIDOS HERMANOS: En 1 Pedro 3⸴7 leemos: ‘ En cuanto a ustedes⸴ los esposos⸴ sean comprensivos con sus esposas. Denles el honor que les corresponde… Háganlo así para que nada estorbe sus oraciones ‘.